FotoPrensa16 – Foto del Año / 1º Lugar Personaje
Carmen Gloria Quintana
31.07. 2015.- La ciudadana chilena Carmen Gloria Quintana, junto a Verónica De Negri y Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos, organizaciones de DD.HH., abogados y representantes de la sociedad civil entregaron una carta en La Moneda, dirigida a la Presidenta Michelle Bachelet, con petitorio de demandas sobre la materia. La joven Carmen Gloria Quintana fue quemada viva por militares durante la dictadura de Augusto Pinochet, junto al reportero gráfico Rodrigo Rojas De Negri, en julio de 1986.
31.07. 2015.- Chilean citizen Carmen Gloria Quintana, together with Verónica De Negri and Associations of Relatives of Disappeared-Detainees, human rights organizations., attorneys and civil society representatives delivered a letter to La Moneda, addressed to President Michelle Bachelet, with a petition incorporating demands regarding the matter. When young, Carmen Gloria Quintana was burned alive by soldiers during the dictatorship of Augusto Pinochet, together with the photojournalist Rodrigo Rojas De Negri, in July 1986.
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Marcelo Hernandez
Reportero gráfico con poco más de 20 años de trayectoria, llegó a la fotografía casi por el azar cuando su idea era estudiar Cine en un país que bajo la Dictadura Militar, cerraba la última escuela donde se impartía la formación en cinematografía. Desde mediados de la década del ’90 ha trabajado como fotoperiodista en distintos medios nacionales, entre los que se cuentan los desaparecidos diarios La Época, El Metropolitano y La Nación, además de haber prestado servicios para la agencia The Associated Press cuando se radicó durante nueve años en Uruguay. De regreso en Chile, el año 2009, en la actualidad trabaja para la naciente agencia de noticias Aton.
“Me gusta la fotografía como elemento de expresión, por la libertad que tienes para trabajar. Y porque también eres voz dentro de una sociedad, con una forma de contar las cosas que es la fotografía que, además, tiene mucho que ver con la verdad y la justicia”.
Y es aquí donde se inscribe en toda su expresión la fotografía ganadora, la que para su autor tiene una importancia por el personaje en sí. Una fotografía que dice valorar y apreciar “por la historia de Carmen Gloria Quintana y por Rodrigo Rojas de Negri, que es un fotógrafo, un colega”, dice en presente. Y también, siguiendo sus palabras, por su propia historia familiar, que supo de exilio, tortura y cárcel. He ahí la trascendencia de una imagen que congela un momento distinto de esa historia cierta y trágica, y la devela con un ánimo de futuro que parece sanar heridas imposibles.
“Para mí, y como para muchas personas, el tema de Carmen Gloria Quintana es súper emblemático. Cuando tomé esa foto, en realidad no quería mostrar su rostro quemado, que es como lo lógico. Andaba buscando una foto que fuera más icónica y, a la vez, con respeto para Carmen Gloria, de no ser tan explícito con lo que le sucedió. Y no se ve su rostro desfigurado ni sus cicatrices, pero se entiende perfectamente quién es. Además sale la silueta del policía y un reflejo (el de la luz de un semáforo) que para mí, es Rodrigo (Rojas De Negri) que está presente”, reflexiona Hernández.
“Cuando tienes un acontecimiento en el que tú puedes decir muchas cosas, ciertamente le doy mi interpretación. Como hice hace poco con el funeral de Patricio Aylwin, que tomé la foto de la estatua de (Salvador) Allende dando la espalda a la carroza de Aylwin, desde lo alto de un edificio de calle Morandé. Yo la tenía en la cabeza (la foto) y por eso me fui a ese lugar. En cierta forma, todos los temas que tengan que ver con la historia política del país me llaman la atención. Pero no para hacer una foto por hacerla, sino para buscarle una interpretación a las cosas. Como una forma de protestar, de decir: La cosa todavía no está bien. Y esta es una foto que dice que la justicia no ha llegado, que sigue allí detenida, que hay algo pendiente”.
Photojournalist with a little over 20 years experience, Marcelo became a photographer almost by chance when his idea to study cinematography in a country that, under a military dictatorship, closed the last school that offered such classes. Since the mid ’90s, he has worked as a photojournalist in various national media, including the now defunct newspapers La Época, El Metropolitano, and La Nación. He has also worked for The Associated Press while living for 9 years in Uruguay. Having come back to Chile in 2009, he currently works for the recently formed Aton News Agency.
“I like photography as an element of expression for the freedom with which you have to work. And also I like it because you are a voice within a society, with a way of telling the story about things that is photography, and that, furthermore, has a lot to do with the truth and justice”.
And, it is here where the winning photograph deserves special recognition in its full expression; a photograph that for the photographer is especially important due to the character itself. A photographer that says he values and appreciates “for the story of Carmen Gloria Quintana and for Rodrigo Rojas de Negri, who is a photographer, a colleague”, he says. And also, according to him, for his own family history that includes exile, torture and prison. This is the transcendence of an image that captures a moment different from that true and tragic story, and reveals it as a hope for the future that seems to heal impossible wounds.
“For me, and for many people, the subject of Carmen Gloria Quintana is extremely emblematic. When I took this photo, I actually didn’t want to show her burned face, which would seem logical. I was looking for a more iconic photo and, at the same time, with all due respect to Carmen Gloria, one that was not so explicit in portraying what had happened to her. And you can’t see her disfigured face or her scars, but you understand perfectly who it is. Plus, there is the silhouette of the police and a reflection (in the light of a traffic light) that for me, is Rodrigo (Rojas De Negri) who is present”, reflects Hernández.
“When you have an event in which you can say many things, certainly, I give my interpretation. Like I did recently with the funeral of Patricio Aylwin, in which I took a photo of the statue of (Salvador) Allende with his back turned to the hearse carrying Aylwin, from the top of a building on Morandé Street. I had it in mind (the photo) and that’s why I went to that place. To a certain degree, all topics that have to do with the country’s political history spark my interest. But not take a photo just to take one, but to seek out an interpretation of things. Such as a way to protest, to say: It is still not ok. And this is a photo to say that justice has still not been served, that it remains there frozen in time, that there is still something left to be done”.