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FotoPrensa | October 13, 2024

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Foto del Año 2021

Martín Bernetti Vera

“La Última Frontera”

28 septiembre 2021 | Una migrante colombiana se desmaya luego de ser detenida por Carabineros mientras cruzaba ilegalmente junto a su pareja y otra persona desde Perú hacia Arica. Cientos de migrantes, provenientes principalmente de Venezuela y Haití, ingresan a Chile ilegalmente cruzando la frontera con Perú todos los días.

“The Last Frontier”

28 September 2021 | A Colombian migrant faint after being detained by Carabineros when crossing the border illegally from Peru to the city of Arica together with her partner and another person. Every day, hundreds of migrants, coming mainly from Venezuela and Haiti, enter Chile illegally by crossing the border from Peru.

 

Pablo Sanhueza

Fotógrafo independiente egresado del Instituto Profesional Arcos. Ha trabajado en los diarios La Segunda, El Mercurio y La Tercera. Actualmente colabora con la agencia Reuters y diferentes ONGs.

Independent photographer who graduated from Arcos Professional Institute, Pablo has worked in the newspapers La Segunda, El Mercurio and La Tercera. He currently collaborates with Reuters and different NGOs.

 

ENTREVISTA / INTERVIEW

Durante la última década, Chile ha vivido un impacto migratorio importante que comenzó el 2020, agudizándose a partir del 2021. La crisis migratoria en el norte del país ha afectado brutalmente a Colchane, comuna con graves índices de pobreza y donde diariamente ingresan entre 300 y 400 personas por la frontera. Tras el largo recorrido, la gran mayoría llega deshidratada o con graves problemas de salud. A eso se suma la incertidumbre y el miedo sobre el futuro.

“Yo fui un indocumentado. Migré a Ecuador en busca de oportunidades ya que en los años 90 Perú atravesaba una crisis económica, social y política como no se había visto antes. Pasé varios años ilegal, sin visa de trabajo. El migrante no es ajeno para mí. Conozco su motivación y su cruz, sé por lo que pasa, sé lo que es ser marginado por tu nacionalidad, por tu color y por tu acento”, comenta Martin Bernetti, premiado con la Foto del Año en FotoPrensa 2022.

La imagen ganadora muestra a dos carabineros frente a una mujer desmayada tras ser detenida. Se trata de una migrante colombiana que cruzaba ilegalmente desde Perú hacia Arica junto a su pareja y otra persona más. 

Los migrantes pasan por situaciones bastante duras ¿Cuál es el límite de lo fotografiable en este tipo de contextos? 

Siempre hay un límite. Pero el límite lo pone uno y si no lo tienes, te arriesgas a perder la brújula, a caer en el morbo. Cuando cubres una tragedia como esta, con largas caminatas por el desierto chileno con miles de migrantes bajo el sol abrasador y el frío gélido de la noche, debes tener empatía por las personas que vas a retratar. No eres un paparazzi que asecha a su presa, eres un ser humano como ellos.

Yo primero me acerco, quizás ofrezco una botella de agua, una barra de chocolate. Luego conversamos, porque quiero saber de dónde vienen, quiero conocer sus historias. Después empiezo a fotografiar, sin invadir su marcha. Varias veces me han dicho que no quieren fotos y he bajado el cámara. Pero la mayoría de las veces todos aceptan tu presencia porque quieren ser escuchados. Te cuentan lo que han dejado atrás y quieren mostrar su travesía. Poco a poco, te vuelves invisible para ellos.

¿Por qué es importante retratar la detención de migrantes, las largas caminatas, entre otras situaciones?

Es importante poder fotografiar todas las facetas que tiene una historia sobre los migrantes para contar la historia completa: el paso fronterizo, la caminata por el desierto, los controles migratorios, dónde pernoctan. Es importante contarlo desde un punto de vista objetivo y debe haber un hilo conductor entre cada fotografía. Una historia no está completa si no tienes las fotos cuando los desalojan de una plaza en Iquique o cuando en una marcha anti-migración queman las carpas, colchones, ropa y juguetes de niños en un campamento de migrantes, entre otras. Pero también es importante darle un buen final a la historia y ser testigo de cuando una familia de migrantes venezolanos llega a Santiago y se reencuentran con los suyos.

¿Qué te interesa generar en el público a través de tus imágenes?

Si tus fotos no generan ningún sentimiento quiere decir que no hiciste un buen trabajo. Lo que todo fotógrafo trata de generar con una imagen son cambios, sentimientos, polémica. Que el público reaccione mientras ve tus fotografías. Somos fotoperiodistas y tenemos que contar historias sensibles, reales y de carácter social. Dejar tu país, tu familia y tus amigos no es cosa fácil. Las fotografías deben transmitir lo que viven, el dolor de sus pies, el miedo al pasar la frontera, el cansancio, la sed y el hambre entre muchas otras cosas. Y todo eso lo debe sentir el público al ver tu trabajo. Como decía el dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen, “Mil palabras no dejan la misma impresión profunda que una sola acción”, cita que luego de su muerte fue parafraseada en “Una imagen vale más que mil palabras”.

¿Para qué sirve la fotografía como herramienta en este tipo de situaciones?

La fotografía como herramienta es un arma y hay que saber usarla. Con ella tienes la oportunidad de capturar eventos importantes de la historia. Desde la caída de un gobierno, tragedias humanas, pasando por temas deportivos hasta la música. Para mí la fotografía es, como dicen muchos, darle voz al que no tiene. Mostrarle al mundo lo que está pasando en tu sociedad, en tu realidad. Un reportaje como el de la migración en Chile sirve para informar sobre la realidad que viven las comunidades fronterizas, dar una voz de alerta sobre lo que está pasando en la zona y lograr a través de la publicación de las fotografías en los medios, que organizaciones sociales o ONG puedan ayudar a los migrantes durante la ruta o en campamentos transitorios.

La migración en Chile sigue creciendo. ¿Cuál es tu postura frente al tema, qué actitud debería tomar nuestro país, sobre todo luego de haber visto y fotografiado esa realidad? 

La migración ha existido desde los inicios de la humanidad. Estados Unidos es un país de migrantes donde confluyen todas las culturas del mundo. Perú tuvo una migración importante en los años 40, Argentina recibió a miles de migrantes italianos y Venezuela a centenas de españoles. La migración es buena para todos, desde cualquier punto de vista. Pero este fenómeno migratorio latinoamericano es nuevo para nosotros. Antes los latinos migraban a Estados Unidos o Europa y ahora migran a países fronterizos, como Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Este país estaba acostumbrado a recibir solo a migrantes peruanos, pero esto cambió. Empezaron a llegar venezolanos, haitianos y colombianos. A mi juicio esto le da mas diversidad al país, ahora vemos restaurantes con comida típica de varios países y la atención al cliente ha mejorado, por ejemplo. Pero hay que acoger al migrante que viene a aportar, a trabajar y superarse, no al que viene a delinquir. 

¿Qué representa el fotoperiodismo para ti?

El fotoperiodismo para mi es un estilo de vida, es poder contar una historia a través de una o varias imágenes, es ser libre y poder disfrutar de la vida mientras trabajas. Es poder tener tu oficina en cualquier lugar del mundo. No es un trabajo, es una pasión. Es vivir las noticias en carne propia, es aprender a hablar con un vagabundo o un presidente. El fotoperiodismo es como decía Willy Reto, fotoperiodista peruano asesinado por Sendero Luminoso en Uchuraccay, “El fotoperiodismo es poder fotografiar la vida en una fracción de segundo y que esa foto perdure por el resto de la Historia”.

Las fotos familiares, en general, capturan momentos de felicidad. Quien mira nuestras redes sociales se lleva consigo nuestros sentimientos de felicidad, libres de tragedia y desencanto. 

¡Nadie toma fotos de lo que desea olvidar!

Pero hay fotógrafos que lo hacen porque están destinados a fotografiar no solo la felicidad, sino también la tristeza, el drama, la desigualdad, la crueldad de la guerra, la lucha diaria de las personas por sobrevivir en un mundo complejo y disímil. Eso es lo que hace un fotoperiodista.

During the past decade, Chile has experienced a large immigration process that began in 2020, and whose situation turned critical staring in 2021. The migrant crisis in northern Chile has brutally affected Colchane, a community with serious rates of poverty and where 300 to 400 people cross the border each day. After a long journey, the large majority arrive dehydrated and with serious health problems. On top of this, there is much uncertainty and fear about the future.

“I was an illegal immigrant. I migrated to Ecuador in search of opportunities because in the 90s Peru went through an economic, social and political crisis like never seen before. I spent several years illegal, without a work visa. The migrant is no stranger to me. I understand his motivation and his burden, I know what he is going through, I know what it is like to be marginalized for your nationality, your color and your accent”, says Martin Bernetti, winner of the 2022 FotoPrensa Photo of the Year Award. 

The winning photograph shows two Carabineros standing in front of a woman who fainted after being detained. She is a Colombian migrant who crossed the border illegally from Peru to Arica together with her partner and one other person. 

Migrants experience situations that are quite difficult. Where is the photographable limit in these types of contexts? 

There is always a limit. But everyone has their own limit and if you do not draw the line somewhere, you risk losing your way, and falling into what is considered morbid. When you cover a tragedy like this one, with long walks through the Chilean desert with thousands of migrants under a scorching sun and the freezing cold night, you must empathize with the people that you are going to photograph. You are not the paparazzi that stalks its prey, you are a human like them.

First, I approach them, and maybe offer them a bottle of water, or a chocolate bar. Then we talk because I want to know where they are coming from, I want to know their story. Later, I begin to take photographs, without interrupting their journey. Several times they have told me that they don’t want me to take any pictures and I have obliged. But most of the time, they accept you being there because they want to be heard. They tell you about what they have left behind and they want to show their journey. Little by little, you become invisible to them.

Why is it important to show migrants being detained, the long walks, among other things?

It is important to be able to photograph all the facets of the migrants’ situation in order to tell the whole story: the border crossing, the walk through the desert, immigration control, where they sleep at night. It is important to tell the story from an objective point of view and there must be a common thread connecting each photograph. A story is not complete if you do not have the photographs of when they are thrown out of a plaza in Iquique or when their tents, mattresses, clothes and children’s toys are burned in an anti-immigration march in a migration camp, among other things. But it is also important to show the happy ending to story, to be witness to a family of Venezuelan migrants that arrive to Santiago to be reunited with their loved ones.

What reaction do you want to cause in the audience by way of your photographs?

If your photographs do not cause any reaction it means you didn’t do a good job. What every photograph tries to provoke with an image are changes, feelings, controversy, that the audience reacts when seeing your photographs. We are photojournalists and we have to tell stories that are sensitive, real and with social implications. Leaving your country, family, and friends is not easy feat. The photographs must transmit what they experience, the pain in their feet, the fear upon crossing the border, the exhaustion, hunger and thirst among many other things. All this must be felt by the audience when they see your work. As the Norwegian playwright and poet Henrik Ibsen would say, “A thousand words leave not the same deep impression as does a single deed”, quote that after his death was paraphrased into “An image is worth a thousand words”.

How does photography serve as a tool in these types of situations?

Photography as a tool is a weapon and you have to know how to use it. It gives you the chance to capture important historic events. From the fall of a government, human tragedies, from sports to music. For me, photography is, like many say, giving a voice to those who have none. It is showing the world what is happening in your society, in your reality. A report like the one on migration in Chile serves to project the reality that border communities face, sound an alarm about what is happening in the area, and achieve via the publication of photographs in media, what social organizations or NGOs can do to help migrants along the way or in temporary camps.

Migration in Chile continues to grow. What is your stance on the topic, what strategy should our country take, especially after seeing and photographing this reality? 

Migration has existed since the beginning of mankind. The United States is a country of immigrants where all cultures converge. Peru experienced heavy migration in the 1940s, Argentina became home to thousands of Italian immigrants and Venezuela to hundreds of Spanish. Migration is a good for everyone, from any point of view. But this Latin American migration is something new for us. Before, Latinos migrated to the United States or Europe and now they migrate to neighboring countries, like Colombia, Ecuador, Peru and Chile. This country was accustomed to only receiving Peruvian immigrants, but that has changed. Venezuelans, Haitians and Colombians began to appear. In my opinion, this gives the country diversity. Now we see restaurants serving typical food from various countries and customer service has improved, for example. But we have to embrace the migrant who comes to contribute, to work, and make a better life, not the one who comes to commit crime. 

What does photojournalism mean to you?

Photojournalism for me is a way of life, it is being able to tell a story via one or more images, it is being free and able to enjoy life while you work. It means being able to have your office anywhere in the world. It is not a job, it is a passion. It means experiencing the news in first person, it means learning to talk to a homeless man or a president. Photojournalism is like what Willy Reto said, the Peruvian photojournalist murdered by Sendero Luminoso in Uchuraccay, “Photojournalism is being able to photograph life in a fraction of a second and for that photo to last for all time”.

Family photos, in general, depict happy times. Whoever looks at our social media takes with him our feelings of happiness, free of tragedy and disappointment.

No one takes photos of what you want to forget!

But there are photographers that do it because their purpose is to photograph not only happiness, but also sadness, drama, inequality, the cruelty of war, people’s daily struggle to survive in a world that is complex and full of inequality. That is what a photojournalist does.